Optimismo y agradecimiento: los primos de la felicidad

Hace un par de días fue 6 de enero… un día que todos los niños esperan con mucha emoción. Y como no! imagínate la idea: desear algo con mucho fervor y despertarte para encontrarlo mágicamente en la comodidad de tu árbol de Navidad… qué cosa más mágica! Quien diga que los Reyes no son Magos, sólo hace falta ver las caritas de los pequeños al ver sus regalos.

 

Y justo ese día estaba revisando Facebook y una de mis amigas puso una foto de su chiquita de tal vez 6 años al lado del nacimiento y al pie de página escribió: “me dijo: mamá… me puedes tomar una foto con los Reyes, por favor?” No sólo me encantó sino que me hizo pensar sobre cuántas veces yo he sido agradecida con quien me hace un favor, por quien me regala su tiempo, su sonrisa, su oído, sus consejos… parecería que a veces los doy por sentado ¿no te pasa?

 

Hoy te hablo de agradecimiento porque quiero decirte algo que probablemente te va a sonar lógico pero no necesariamente has pensado: el agradecimiento es primo del optimismo.

 

¿Por qué? Porque cultivar el optimismo tiene mucho en común con cultivar la gratitud. Las dos son actitudes voluntarias que tienen el hábito de esforzarse por encontrar el lado positivo de la situación. ¿Deshebramos lo que dije?

 

1. Actitudes voluntarias: a nadie le “sale natural” ser optimista o ser agradecido. Ambas son actitudes que no son parte de las emociones básicas del ser humano, necesitan reforzarse y trabajar mucho para consolidarlas.

 

2. Tienen el hábito: Llegar a desarrollar esta actitud ante la vida toma mucho entrenamiento, muchas veces de olvidar dar las gracias y que alguien nos corrija o de quejarnos de todo y que alguien nos diga “ya cállate y mira lo que sí tienes”

 

3. De esforzarse: porque lo más fácil es ser pesimista, porque lo más simple es decir que no y dar por sentadas las cosas… pero cuando se hace el esfuerzo por ver lo positivo, y más aún, por agradecerlo… ¿cómo lo describirías? es como si le dieras un café a tu corazón: lo despiertas para ver todo lo positivo que había pasado por alto hasta ahora.

 

Pero claro, primos no quiere decir que sean lo mismo. Aumentar el optimismo no se refiere sólo a agradecer el presente y pasado, sino a anticipar un futuro esperanzador. El optimismo es un paso más… cuando has dominado el dar las gracias por lo que tienes, entonces puedes imaginarte dando gracias en el futuro por lo que tendrás… porque confías en que lo que vendrá será digno de agradecimiento.

 

¿Tú qué clase de futuro de imaginas para ti?

¿Qué tanto caes en el juego de esta sociedad de ser cínico y estar enojado con todo y con todos, o como diría Paul Watzlawick, siendo un maestro del arte de amargarte la vida?

 

 

El propósito esta semana:

Evita quejarte y hacer comentarios negativos sobre tu futuro.

 

¿Cómo?

Cuando encuentres que estás poniendo muchos pretextos, diciendo mucho que no, o quejándote sobre lo pesada que va a estar tu semana… deja de hablar EN ESE MOMENTO, respira y cambia el tema. Distrae tu mente del pesimismo, aunque no sea una solución permanente, es algo que por un tiempo te despejará y dejarás de sentirte abrumado y hasta enojado con tus cosas, con otros y hasta contigo.

 

Inténtalo y avísanos cómo te funcionó.

Si quieres compartirlo con nosotros, será muy bienvenido en la sección de comentarios.

 

Que tengas un excelente fin de semana… mientras tanto, sigue trabajando en tu YO mejor.

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