¿Por qué? ¿Realmente es necesario tener una especialidad culinaria antes de los 30? ¿Si la tengo a los 31 ya no cuenta? Estaría padre viajar por el mundo antes de los 30 pero y si decides quedarte en un trabajo que amas… ¿lo dejas por el sueño de “antes de los 30”?

Entiendo la idea, no creas que estoy siendo purista de lenguaje, entiendo que hay cosas que es importante hacer en ciertos momentos de la vida, lo que no entiendo es por qué limitarnos a que tiene que ser así.

Es como ponernos fechas de caducidad, ¡no me extraña que tengamos miedo e envejecer, si a los 30 ya no podemos aprender… ¡¿pues qué caso tiene?!

¡Y estas cosas!

Asi que… estaría padre ser millonaria antes de los 30 pero… ¿por qué? ¿Porque el dinero vale mucho y entre más mejor? ¿porque a los 31 empiezan a morir las neuronas del dinero? Why??

Y como estos, recibimos muchos mensajes que asumimos como verdaderos y que si no seguimos esos pasos, nos hacen sentir que no lo estamos haciendo bien, sin que nos detengamos a pensar si es algo que deseamos o algo que necesitamos para vivir una vida mejor.

La sensación de ausencia

Cuando tenemos estos “estándares” que quien sabe quien puso… no podemos mas que sentirnos inadecuados, enojados, y como si nos faltara algo. Pero en realidad no es así porque no es algo que nosotros hayamos decidido.

Si te falta un suéter que te encanta, sabes que alguien lo tomó (normalmente tu roomie o tu hermana) en el instante en el que abres el closet. Porque es tuyo, porque tú lo compraste o tú lo recibiste como un regalo que valoras en especial. 

Sabemos lo que nos importa, ¿por qué nos importaría lo que no sabíamos?

Siento que estoy citando mi artículo de la semana pasada pero ¿por qué no aseguramos que lo que vivimos es consecuencia de una decisión personal cuando se los pegue la gana? ¿Por qué antes de los 30? ¿Por qué antes de que alguien decida que es momento de “sentar cabeza”?

Cuando estás soltera, te preguntan que cuando el novio

Cuando tienes novio, que cuando la boda

Cuando te casas, que cuando el bebé

Cuando tienes a tu primogénito, que cuando la parejita…

Aaaaaahhh! A-GO-TA-DOR

¡Luego por eso ahí andamos comprando libros de autoayuda! 🙂

(Ya hablaré en otro momento de la importancia de poner límites con amor, pero a final de cuentas no les afecta en lo más mínimo si tienes la parejita o triates pronto)

Quiero aclarar que NO llamo a la anarquía de ningún tipo (me parece muy complicada y contradictoria) llamo a la racionalización de las metas. No es lo mismo decir “me falta” a decir “me gustaría tener”

¿TUS metas o SUS metas?

Un largo tema de tratar sería por qué quieres lo que quieres, si realmente lo quieres o si te lo metieron en la cabeza con calzador… lo importante es que recuerdes que es así.

Hay cosas que has declarado como metas de vida que no son tuyas sino de alguien más.

No tiene nada de malo responder a las expectativas de alguien que quieres, lo malo es vivir tu vida para responderles a ellos que ni siquiera la viven y sólo la observan.

Así que no importa si es una empresa de alto nivel, si es un libro de autoayuda, si soy yo o si son tus papás, amigos y demás gente cercana… antes de ponerlas en tu lista de “esto quiero hacer en la vida” asegúrate de que seas TU quien lo quiera.

Haz un checkup contigo mism@

Mis consejos para que vivas la vida que quieres sin limitaciones de nadie, ni de las crisis de vida:

1. Conoce tus deseos

Podría parecer la más fácil pero es la más difícil.

¿Cuando has visto una casa construirse sin planos? Podría hacerse, claro… pero con un gasto excesivo, desperdicio de materiales y tal vez ni era la casa que te imaginabas (ja, me salió lo constructora) Entonces, ¿cómo esperas que salga bien tu proyecto de vida si no sabes lo que quieres?

No se trata de ser obsesivos, se trata de saber con claridad las 3 cosas que más deseas para ti, que no son negociables, que hoy sabes que necesitas para ser feliz. Ojo… hoy, porque en 2 años puede ser que hayas cambiado o ya los hayas alcanzado, no son para siempre. Y… son 3, no es un informe presidencial… 

Siéntate con una copa de Merlot (Sauvignon no porque no me gusta), una libreta y una pluma y piensa… ¿para qué estás aquí? ¿qué tienes que hacer tú y nadie más en este planeta? Apúntalos, dales vueltas, tacha, corrige… hasta que sepas que ese es el mapa de lo que quieres ser… los famosos cómos los descubrimos después (¡Qué intensa! ¿ves por qué la copa?)

2. Cuestiona TODO lo que te digan que pueda afectar esos deseos

Filtra!

Sólo eso, y vas a ver el cambio tan radical que vas a hacer en tu vida. No todo lo que escuchas debe caer en tu corazón ni generar una ola de decisiones. Porque no todo lo que escuchas resuena con esos deseos profundos en tu vida.

¿Quieres saber qué hago yo? Todo lo que diga “deberías” en la frase, lo freno y pienso “¿si debería? ¿o él piensa que yo debería?” porque son dos temas muy diferentes: uno tiene que ver conmigo y el otro no. Hazlo

3. ¡Atrévete! Sin fechas de caducidad

¡Atreverse, criatura! Ese es el secreto más poderoso (y nada secreto, todo mundo lo dice) para dejar de esperar que las cosas cambien, enojarnos si no cambian o esforzarnos hasta lo absurdo por conseguir una meta que ni siquiera era nuestra.

Observa a los niños cuando les presentas algo nuevo. Y es que cada día es algo nuevo… los niños lo observan todo, lo cuestionan todo, no dan nada por sentado, piden explicaciones, son curiosos. Porque lo que ven, aunque sea la misma casa de la misma tía, es nuevo para ellos, se sale de su rutina.

Así que no tengas miedo a buscar cosas que te hagan cumplir esos deseos profundos de tu alma… igual y hasta terminas encontrándolas. Deseo de todo corazón que así sea.

Peero claro, si no sales a buscar, si no preguntas, investigas, escribes, platicas, pruebas… difícilmente encontrarás respuestas en los mismos lugares.

Así que ¿estás list@ para vivir bajo tus reglas?

¡Dime qué piensas sobre este tema! Me encanta leer de ti…

Te mando besos,

Lore

lorena@educacionemocionaldescubre.com