Chula,

VeroAle me invitó a hacer un Live sobre Abraza tu maternidad imperfecta. Y al entrar, el primer comentario que me hicieron fue “gorda”, supongo que esperando que ¿me callara? ¿me sintiera mal por tener un cuerpo grande? ¿me desconcentrara de lo que iba a decir? ¿porque tiene un teclado para escribir lo que sea? ¿nomás por chingar? ¿todas las anteriores? No sé, lo que sí sé es que esas ofensas para callarme no me son ajenas y sé que para ti tampoco.

Señalar algo en nosotras es una de las tantas formas en que el sistema nos calla. No, tú no digas nada si también cometes el mismo error, si no tienes un cuerpo específico, si tú estás peor en otras áreas de la vida. Básicamente el mensaje que recibimos es “cállate porque si eres imperfecta no queremos escucharte” y el chiste se cuenta solo porque no sólo somos imperfectas sino que es desde esa imperfección desde donde podemos opinar, enojarnos y cambiar lo que no está bien. 

Con mi invitada de hoy, cantante y coach vocal vamos a hablar justamente de recuperar tu voz, esa que han callado por la forma y por el fondo. La verdad es que al sistema no le importa por qué, sólo si no es para decir lo mismo que él, no la uses. Y no, fijate que no se va a poder.

Te presento a Lucrecia Anguiano. Paciente y con energía, genera un espacio de confianza para conocer cómo transmitimos nuestra voz hoy, un lugar al que ha llegado porque haber vivido el sentir pena al hablar o cantar en público: