¿Te has dado cuenta hay algunas personas que piensan que para ser felices, tenemos que pasar por nuestra dosis de miseria primero? Como si no fuéramos acreedores a la felicidad si no hemos sufrido antes.
El mensaje del boletín de hoy es muy claro: no te acostumbres a lo miserable, genera lo bueno. Es más difícil que esperar que te pasen cosas malas y luego decir que no importa porque seguro para compensar, deben pasarte cosas buenas. Suena descabellado, lo sé, pero a veces tenemos pensamientos mágicos-infantiles que son justo así.
El tema es: tú eres el único arquitecto de tu felicidad. ¿te lo imaginas? Tener en tus manos la posibilidad de crear algo increíble y maravilloso como las grandes torres que vemos en las ciudades, o las casas hermosas que vemos en las revistas con vista al mar y todo… pero claro, ese es el resultado. Atrás de esas maravillas arquitectónicas hay planos, materiales, trabajadores, cambios, borrones, más materiales, más cambios, peleas entre contratistas, ajuste de pagos… para construir algo bello, útil o bueno, siempre es necesario hacer cambios y dejar en segundo plano el miedo.
Tú eres tu mayor creación. Te dieron un paquete con habilidades, beneficios, fortalezas, personalidad, carácter, relaciones sociales… tienes mucho para ayudarte a construir. Sólo se trata de que quieras y te decidas.
Y es que crear día a día cosas buenas, satisfactorias y padres para ti, hace que todos esos mosaicos, al ponerlos juntos, te den como resultado una vida igual de satisfactoria y padre. Todo empieza con cambios pequeños pero trascendentes.
Seguramente ya te he dicho la frase de Santo Tomás (creo que hace pocos boletines la usé) “Ama y haz lo que quieras” pero me encanta porque aplica para todo… Sé feliz y haz lo que quieras… porque si te guía la felicidad auténtica, trascendental, humanizada y llena de amor… lo que sea que hagas será bueno, primero para ti y también para los que te rodean.
El propósito de esta semana
Entrena hábitos que te hagan recordar que ser feliz es tu principal tarea.
¿Cómo?
Elige un área de tu vida en la que no te sientas tan fuerte, y piensa qué puedes hacer para que ese tema en particular sea mejor.
Por ejemplo, si decides que podrías aumentar tus habilidades sociales, entonces haz una lista que incluya: llamar a tus mejores amigos en el transcurso del mes para ver cómo están, agendar una reunión con amigos que hace mucho no ves, recordarte que eres suficientemente interesante e inteligente como para que las personas quieran hablar y estar contigo, buscar actividades que te gusten y que sean en grupo como baile, cocina, pintura… y que sean un pretexto para conocer gente nueva y que pueda enriquecer tus habilidades sociales. ¿Qué te parece?
Cuéntame qué decidiste trabajar esta semana! lorena@educacionemocionaldescubre.com