El Amor a si Mismo

El amor a uno mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia.

Viktor Frankl

Siempre me ha gustado mucho esta frase. Y no la dice cualquiera, la dice alguien que fue despojado de todo, y que hubiera sido muy comprensible que perdiera ese amor a sí mismo porque eso era precisamente lo que sus captores buscaban.

¿Te has fijado que cuando alguien habla de amor inmediatamente viene a nuestra mente la idea de una pareja? Independientemente de hablar de los diferentes tipos de amor (hablamos un poco hace un par de semanas cuando te escribía sobre la importancia de encontrar diferentes ámbitos para el amor) lo que quiero rescatar aquí es la imagen de amar A OTROS.

Es padrísimo, es una sensación de plenitud enorme tener personas que amar en nuestra vida, porque eso quiere decir que la enriquecen, que los hemos elegido para formar parte de nuestro rompecabezas de vida y que estamos felices de que así sea. No quiero que me malinterpretes, el amor a otros es uno de los regalos más grandes que nos han dado.

Pero otro, uno muy importante porque es el que tenemos puesto todo el día, es el amor a nosotros… y de ese casi no nos hablan.

Justo lo que te comentaba en el boletín de hoy, no importa la edad que tengamos, crecer en edad y en estatura no quiere decir que por ósmosis aprenderemos a dominar nuestras emociones, a entenderlas, a dialogar con ellas, a conocernos y a querernos así como somos… ¿no te suena que requiere de nuestro esfuerzo? Simplemente con leer los verbos sabemos que el proceso de construirnos no es algo sencillo.

Piensa en el proceso para enamorarte de alguien más:

Primero lo ves, luego tienes algún tipo de acercamiento, luego lo conoces mejor, te das cuenta de que tiene características que te resultan atractivas y positivas, fomentas la relación, profundizas ese conocimiento (no te vaya a salir con chistecitos) y finalmente decides compartir tu tiempo, tus sueños y, si así lo decides, tu vida con ese OTRO.

Tal vez esto no te tome por sorpresa pero ¡Es lo mismo con el amor a uno mismo!

¿Cuántas veces de verdad te has “visto”? ¿Quién eres, de lo que eres capaz, lo que te cuesta trabajo, lo que te gusta y te disgusta hacer?

¿Cuántos acercamientos has fomentado para conocerte mejor? ¿Tienes el hábito de preguntarte “qué opino de tal? Desde el desarme en medio oriente hasta el nuevo color de pelo de no se cuál artista… ¿te lo preguntas? ¿o sólo asumes una postura sin pasarla por tus propios filtros? ¿Tienes propios filtros? ¿cuáles?

¿Sabes decir cuáles son tus características atractivas y positivas?

¿Hablas bien de ti? ¿Dejas que los demás hagan burlas a costa tuya? ¿Eres incluso la primera o el primero en fomentar tus apodos o burlas “inocentes” en tu nombre? ¿Te sientes comod@ con eso? ¿Te lo has cuestionado?

¡Y podría seguir! De hecho se me acaba de ocurrir una idea para hacer un guión que te ayude a reflexionar sobre ti para quererte más… lo importante aquí es que te des cuenta de la cantidad enorme de cosas que no conoces de ti y que sepas que no puedes querer lo que no conoces, así que si no tienes respuestas claras para las preguntas que te formulé arriba, primero preocupare por responderlas y conocerte, y luego te preocupas por tu autoestima… por cierto, tengo una buena noticia para ti… en cuanto empiezas a trabajar en tu autoconocimiento, tu autoestima se desarrolla “solita”… no se trata de ir aventando sablazos por la vida para que los demás te respeten, se trata de entender, valorar y respetar quien eres para que a los demás no les quede de otra mas que seguir tu ejemplo ¿me explico?

El propósito de esta semana

Date un tiempo para dialogar contigo

¿Cómo?

Tal cual, como si agendaras una comida con tu mejor amiga… pon en tu calendario una hora en la que vas a platicar contigo… puede ser en la noche, una hora en medio de la tarde del domingo… al despertarte, cuando tú elijas. Pero tiene que ser un momento realmente para platicar contigo ¿nunca te ha pasado que estás distraíd@ en otra cosa y la persona que te está escuchando te dice “¡focus, estás hablando conmigo!”? A mi, mi amiga Lucía me lo hace todo el tiempo. Y es que si hablar con alguien más sin distracciones es difícil, ahora imaginare que no hay nadie más que tú… lo más seguro es que te distraerás si pretendes hablar contigo mientras vas camino a tu trabajo, mientras te bañas y arreglas… no. Elige un momento para ti. A mi me encanta agarrar mi changarro e irme a un café con poca gente, con mi compu o un cuadernito y ponerme a escribir.

Eso es lo que te pido, que ese tiempo que has seleccionado, lo respetes como si fuera una cita con alguien más (estamos diciendo que tú tiempo es igual de valioso que el de los otros) y pregúntate cosas. Pueden ser cosas que te has preguntado pero en la rutina no te has podido responder, pueden ser creencias fundamentales, expectativas sobre el futuro, gustos y odios, personas con quienes tienes problemas, tu manera de resolver conflictos, la relación con tu familia… para poder amarte es necesario conocerte, y estoy casi segura de que no sueles darte tiempo para conocerte así que es tiempo de que empieces a darte espacios para platicar contigo y preguntarte qué opinas de las cosas, personas y situaciones que te rodean…

DATE TIEMPO. PARA TI. HOY

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¿Quieres trabajar con más fuerza y decisión en quererte más? Escríbeme para ver si puedo ayudarte en lo que quieres lograr: lorena@educacionemocionaldescubre.com

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