Cuando era adolescente, cargaba para todos lados este rosario que aún conservo en mi altar y tuve mi temporada -de varios años- de rezarlo todos los días.
Luego, aunque no lo rezara, lo traía conmigo en la bolsa… era parte de mis “infaltables”: las llaves de la casa, una toalla femenina, un brillo de labios y mi rosario.
Aún cuando no lo estaba usando “para lo que era”, sabía que quería que me acompañara, porque representaba para mí ese deseo inmenso de no perder la fe, de sentirme protegida y acompañada.
Necesitaba tener la certeza de que aún cuando me sintiera, no estaba sola.
¿Tú tienes algún objeto físico que uses con la intención de recordarte algo fundamental para ti? ¿Una piedra de protección? ¿Un anillo de amor? ¿Un dibujo de tu hijo/sobrina de admiración? ¿La pluma del abuelo que te recuerda que perteneces a algo más grande?
“Cargamos” estos elementos porque anhelamos algo. Amor, pertenencia, protección… deseamos, buscamos y pedimos con fe que eso que buscamos esté y se quede con nosotras.
Tus deseos necesitan ser vistos y escuchados.
Puedes lanzarlos al viento en pedazos de papel, quemarlos, decirlos en voz alta, susurrarlos, bailarlos, cantarlos… o usarlos.
Como, por ejemplo…
Tengo el enorme gusto de presentarte esta colección hecha en conjunto por Ale Villegas (@Manifiestot) y tu servidora.
Descubre tu Manifiesto es nuestra aportación a la conversación sobre amor propio, aceptación incondicional y aprender a hacer a tus emociones tus aliadas.
La colección contiene brazaletes, collares y malas… no porque los necesites para sentirte la chingonería que eres, sino porque somos seres de símbolos que, al tener algo concreto y físico sobre lo cual depositar una intención o expectativa, somos mucho más propensas a recordar que pusimos esa intención en primer lugar.
Las cruces, las estrellas, las banderas…
Los turbantes, las señales con los dedos, los cortes de pelo…
Los tatuajes, los rosarios, los pañuelos…
Las coronas, la ceniza, las velas…
No es que los necesitemos o que nos den “poderes” especiales. Simplemente es que nos “re-visten” de una intención nueva, dicen a quien nos mira y a nosotras mismas:
Tengo una historia que contar. Tengo un deseo. Es importante. Es mío.
Quiero celebrar mi cuerpo
Estoy dispuesta a honrar mis límites
Anhelo hacer las paces con mi miedo
Deseo convertirme en alguien que valora lo que aporta al equipo
Quiero quererme más
Estoy dispuesta a asumir mi rol de mamá
Anhelo darle la bienvenida a un trabajo que reconozca mi valor
[Inserta aquí algo que desees, que estés dispuesta a soltar o a darle la bienvenida, la persona en la que te quieras convertir]
Como con mi rosario, a veces, hay cosas físicas que te acompañan en el proceso de convertirte en esa persona que te has prometido que serás y hemos creado una colección de 6 piezas que pueden acompañarte y al mismo tiempo ayudar a otras mujeres.
¿Cómo es eso?
Simple.
El 10% de las ganancias de cada pieza vendida de esta colección será destinado a una organización que trabaje con mujeres. Este año y para esta primera Colección, recibirá nuestro donativo (tuyo, de Ale y mío) el Fondo Semillas: Mujeres sembrando igualdad, que trabaja con más de 100 organizaciones y proyectos que defienden el cuerpo, la Tierra, el trabajo y la identidad de mujeres de todo México.
Desde hace mucho tenía ganas de crear algo que cooperara con la comunidad y la Colección Descubre tu Manifiesto es la oportunidad perfecta.
Tú te llevas una pieza específicamente diseñada para recordarte sobre una parte de ti con la que quieras conectar, herramientas de Ale para conectar mejor con la pieza, herramientas mías para conectar mejor contigo y además… estás donando y participando para que otras mujeres puedan también diseñar su Manifiesto de vida, salir adelante y saberse suficiente.
¿Qué más para empoderarnos unas a otras?
© 2023. Descubre más de ti.
Hecho con amor por Mambo Agencia.
¿Ya lo conoces?